"Ante la pregunta de cuáles son los objetivos de un sistema educativo existen, por supuesto, profundas diferencias al respecto. Está la tradicional, una interpretación que nos llega desde la Ilustración y que sostiene que los objetivos más grandes en la vida son investigar, crear y buscar las riquezas del pasado; tratar de asimilar qué partes de allí resultan significativas y sacar adelante esa inquietud por el conocimiento siguiendo los métodos que cada cual considere. El propósito de la educación desde esta perspectiva es ayudar a las personas a darse cuenta cómo aprender por sus propios medios. Es el que aprende quien alcanza el éxito en su proceso educativo. Depende realmente de él cuanto logre dominar, a dónde pueda llegar con ello cómo lo use. Cómo lo desarrolle hasta producir algo nuevo e interesante para sí mismo y quizá para otros. Este es un concepto de educación.
El otro concepto es, en esencia, un adoctrinamiento. Se tiene la idea de que desde la infancia las personas deben ser ingresadas a una base estructural en la que acatarán preceptos, aceptarán estructuras ya existentes sin cuestionarlas. Esto crea una deuda a los jóvenes estudiantes que los encierra en una vida de conformidad.
Hay constantes conflictos entre estas dos perspectivas, en las escuelas, universidades, etc. Entre la formación que apunta a un buen resultado en los exámenes, o a la que hace énfasis en la investigación creativa. Se trata de dos formas de ver el mundo.
En el nivel de posgrado se sigue básicamente la tradición ilustrada. De hecho la ciencia no podría progresar sino descansara sobre el principio que se debe estimular el deseo de desafiar y de cuestionar la doctrinas, la autoridad, obligando a buscar alternativas a usar la imaginación y a proceder libremente bajo la propia iniciativa. Esta es mi perspectiva sobre lo que un sistema educativo debe ser desde el preescolar"
Entrevista ha sido creada por LWF (Learning Without Frontiers), fue presentada el 25 de enero en Londres. http://www.learningwithoutfrontiers.com
