El pensador y el niño. Homenaje a Rodin. Arnoldo Salas |
Antonio Rodríguez de las Heras en la conferencia “Bibliotecas para el lector digital: relación, espacio y tecnología” que realizó el 15 de diciembre de 2011 en la IV jornada profesional de la red de bibliotecas del Instituto Cervantes, establece un escenario posible de cómo podría ser una biblioteca en el nuevo contexto digital. Nos indica con lucidez que en el entorno digital donde las cosas son ubicuas y deslocalizadas hay que considerar la posibilidad de la existencia de una biblioteca derramada, una biblioteca de libros desencuadernados en un espacio sin lugares.
" No puede ser que se produzca en este momento una fractura fruto del cambio producido por esta marea tecnológica que todo lo invade y lo reblandece. La biblioteca sean como sean sus formas de actuación siempre será inseparable de los procesos formativos. Evidentemente hay que discernir como tiene que ser su presencia, pero lo que no hay que discutir es que ha de estar presente.
La abundancia informativa produce en este momento una perturbación imprevista. Reclama la presencia de nuevas formas de intermediación. Una intermediación entre esta abundancia y lo que realmente pueden metabolizar las personas. Así pues necesitamos de nuevas intermediaciones y ahí tiene un valor importante una biblioteca transformada en sus funciones.
Porqué necesitamos espacios humanizados. La red necesita que se humanice. Que se haga a la escala del individuo ya que no podemos vivir permanentemente en espacios inabarcables. Necesitamos que nuestros espacios se amolden a las dimensiones y capacidades que tiene los limites del ser humano tanto mentales como físicos. El reto es dar ese entorno humano a ese inmenso océano de información. En este sentido esa es una de las funciones que puede reclamarse a las bibliotecas, que esa información amplísima esté entregada y orientada, a través de la transparencia, por medio de una biblioteca que sepa cumplir sus nuevas funciones"