Interesante documento de referencia para las bibliotecas escolares publicado en Angentina en 1980. En sus primerios capítulos aborda la misión y concepto de biblioteca escolar así como las funciones de su responsable. Se incide ya en ese momento (finales del siglo XX) en el concepto de biblioteca como "laboratorio de aprendizaje" y en el valor de su función mediadora para fomentar la curiosidad intelectual.
El concepto tradicional de la biblioteca como sala de lectura o centro de referencia ha sido suplantado por el de la biblioteca como laboratorio de aprendizaje en la nueva concepción educativa. Este cambio determina que quien está a cargo de la biblioteca escolar no es ya un espectador pasivo sino un participante activo del quehacer pedagógico. De la comprensión de este hecho, del énfasis que se ponga en este papel depende el éxito de la biblioteca escolar. Para ello quien la dirige debe compenentrarse y comprometerse con el programa educativo e integrar y coordinar los servicios, los recursos y la biblioteca toda con la labor del aula formando así un equipo integrado con el personal docente.
La biblioteca escolar actual se caracteriza no sólo por un enriquecimiento de sus fondos, ya que a los tradicionales materiales impresos debe incorporar los multimedios que la educación exige, sino también, por un enriquecimiento de la función del bibliotecario que de proveedor de cosas debe convertirse en activador del pensamiento ya que no sólo es el encargado de proporcionar los materiales, sino también, de contribuir al uso provechoso de ellos, a enseñar y a aprender.