miércoles, 5 de febrero de 2014

¿Por qué fomentar la cultura de la participación y la colaboración? La dinámica social y relacional es una actitud de gran importancia educativa intrínseca a la biblioteca escolar

La biblioteca escolar no es una institución por ella misma, sino un agente escolar que rige sus acciones bajo premisas educativas. Así pues, ¿qué intención esconden las acciones de interacción y participación? La BECREA es utilizada en la escuela como un recurso educativo en diversos ámbitos, y el social es uno de ellos.

Las acciones de interacción y participación no pueden ser solo una estrategia para captar “usuarios”, resulta ser una de las funciones que asume la BECREA dentro del centro escolar. En este sentido las acciones derivadas de esta cuestión deben contemplarse también en  su plan de trabajo anual tanto si son presenciales como si utilizan la web social.

Consideramos que el fomento de la interacción y la participación responde a la función de la biblioteca escolar de actuar como agente socializador, generador de experiencias de vida comunitaria y participación ciudadana. Las bibliotecas escolares son por excelencia “lugares” de encuentro, espacios pensados y diseñados para que estén siempre “abiertos” a la comunidad educativa. El entorno virtual ahora nos permite poder expandir las acciones presenciales y desarrollar con más instrumentos esta función socializadora.

Tanto en el entorno presencial como en el uso de la web social, la BECREA ha de buscar la comunicación y la interacción con el alumnado, el profesorado, las familias u otras bibliotecas o centros. Pero no buscando la comunicación y la interacción solo para promocionar servicios y programas, sino considerando que estas acciones responden de forma fundamental a una voluntad expresa de fomentar la cultura de la colaboración.

Para la biblioteca escolar facilitar la interacción es un medio para generar la participación dentro de la comunidad educativa. Y desde la participación crear en el centro escolar contextos para compartir experiencias lectoras y poder trabajar juntos en proyectos específicos. Todo ello con la finalidad última de generar sentido de comunidad y pertenencia, y a la vez desarrollar experiencias tanto personales como colectivas de fraternidad y vida ciudadana.

Esto afecta a todos los miembros de la comunidad educativa desde el alumnado y sus familias pasando por el profesorado y el personal administrativo del centro. Y acontece en todos los tiempos, el lectivo y el no lectivo, y en todos los espacios, el presencial y el virtual. En este sentido, nuestro objetivo es desarrollar contextos culturales participativos que generen experiencias no únicamente formativas, sino también de sociabilidad a través de la colaboración.

Las bibliotecas escolares de forma tradicional ya han ido desarrollado esta función en el centro escolar desde diversos ámbitos como premisa constante y presente en su quehacer cotidiano. La dinámica social y relacional es una actitud intrínseca a la biblioteca escolar.

Tampoco debemos olvidar otro aspecto clave vinculado a esta función social.  En una sociedad en la que abundan las desigualdades, las bibliotecas escolares son un factor de compensación social, al posibilitar el acceso a los recursos informativos y culturales a quienes carecen de ellos, procurando así paliar la brecha digital y social.

Así pues podemos y deberíamos liderar en el centro educativo un ámbito social que abogue por el compromiso en la prevención de la exclusión social y en la compensación educativa, esta cuestión ha estado presente siempre en nuestras acciones. La biblioteca escolar puede coordinar la intervención en este ámbito preferentemente con las familias, con responsables de programas de apoyo y acompañamiento escolar y bibliotecarios públicos.

Texto extraído del Capítulo 7:
Nuevas dinámicas para la biblioteca escolar en la sociedad red (DR5.pdf) (PDF / 20539,57Kb)
Documento de referencia número 5 para bibliotecas escolares. Junta de Andalucía. Consejería de Eduación, Cultura y Deporte.