sábado, 12 de enero de 2013

En búsqueda de la buena dirección. La necesidad que todas las acciones relacionadas con la educación en información en el centro educativo puedan realmente confluir

Actualmente en la escuela y en los institutos de educación secundaria la llamada competencia informacional asusta por su complejidad o bien abruma por su magnitud. Porque en el contexto escolar conviven enfoques múltiples y perspectivas dispares que abarrotan de confusión una cuestión que per se ya resulta complicada. En muchos foros se aboga por el desarrollo de la competencia digital, el uso de herramientas TIC y el impulso de proyectos 2.0. Mientras desde la biblioteca escolar se incide en la educación documental, la formación de usuarios y la Alfabetización informacional o ALFIN, considerando todos los soportes informativos. Los esfuerzos son muchos y la convergencia escasa.

Urge promover en los centros una acción coordinada y corresponsable, así como estructurar los contenidos implicados en todas estas iniciativas utilizando un mapa curricular unificado que permita encauzar todas las energías en una misma dirección. El termino "competencia informacional" es útil para representar esta convergencia.  Resulta imprescindible encontrar puntos de encuentro a nivel curricular entre las áreas y en los contenidos de las competencias básicas a las que ellas contribuyen, para que todas las acciones relacionadas con la educación en información puedan realmente confluir, propiciando unas programaciones de aula integradas.

Ahí está la dificultad. El trabajo corresponsable y la implicación de las áreas. Es cierto que son muchas las cuestiones que se vinculan a la competencia informacional de forma entramada, porque confluye la tradicional educación documental con la competencia digital, pero también es verdad que podemos desenredar dicha complejidad clarificando los elementos que la conforman. Para ello es imprescindible optar por un enfoque determinado y articular un modelo específico para su desarrollo que resulte realmente integrador.


Educar en información resulta una responsabilidad colectiva importantísima porque los procesos de uso de la información están plenamente relacionados con los procesos de aprendizaje y construcción de conocimiento. Si cambia con la cultura digital la forma de acceder a la información y se complican los procesos cognitivos para tratarla y comprenderla, por la razón que sea (las facilidades del medio, las dificultad de los textos multimodales…), quedan afectados a su vez los procesos de aprendizaje. En este sentido es de menester acometer una clarificación profunda de los contenidos implicados en la competencia informacional y establecer instrumentos y mecanismos de acción útiles que permitan en los centros facilitar su articulación.

Así pues esta competencia debe ser comprendida y articulada en su totalidad de forma sistémica y global. En los procesos de acceso, tratamiento y comunicación. Es evidente que los cambios que la cultura digital ha generado son enormes y sus consecuencias irrevocables. Es preciso que renovemos muchas de las concepciones que organizaban nuestra visión del mundo informativo y consideremos un nuevo escenario. Necesitamos nuevos marcos en los que situar todas estas cuestiones y en los que podamos considerar lo viejo y lo nuevo, y a su vez ver ambos con ojos significativamente renovados.

Texto Extraído de:
Articulación curricular de la competencia informacional. Contribución de la biblioteca escolar y corrersponsabilidad de las áreas. Por Glòria Durban en la Publicación Libro Abierto de información y apoyo a las biblioteca escolares andaluzas (abril 2012).