En el diseño de un trabajo de investigación hemos de considerar diversas posibilidades para activar su desarrollo. De forma directa o indirecta.
Podemos articular una situación problema vinculada a interrogantes y preguntas concretas que los alumnos y alumnas habitualmente se formulan. O bien utilizar algún elemento externo que incentive su curiosidad por un aspecto concreto que proponemos nosotros investigar.
Podemos articular una situación problema vinculada a interrogantes y preguntas concretas que los alumnos y alumnas habitualmente se formulan. O bien utilizar algún elemento externo que incentive su curiosidad por un aspecto concreto que proponemos nosotros investigar.
Representan necesidades informativas que surgen directamente del alumnado que se pueden activar normalmente a partir de preguntas ambiguas que contienen poca información (ejemplo: Qué pasa cuando nos morimos? o preguntas relevantes del entorno (ejemplo: ¿Puede haber en nuestra ciudad un terremoto como el de Haití?
Las formulaciones genéricas del tipo “¿Cómo es el Universo? O Quiero investigar sobre cómo vivían los hombres prehistóricos…” pueden ser difíciles de resolver en su globalidad y será conveniente reconducirlas. Es necesario rehuir este tipo de planteamientos y facilitar en substitución propuestas factibles que ayuden a reconducir el tema. En estos casos lo más recomendable es empezar activando los conocimientos previos y encadenar diversas preguntas hasta llegar a concreciones factibles.
Por ejemplo las preguntas a plantear pueden ser del tipo:
- ¿Lo queréis saber todo?
- ¿Es esto posible?
- ¿Qué es lo que ya sabemos?
- Pensad en los tres (o dos, o cuatro) aspectos que so interesen mas…
- ¿Por cuál de ellos te gustaría empezar?
Situaciones-problema de origen indirecto
Representan necesidades informativas en base a aquello que el docente interpreta que puede ser relevante para el alumnado. Se puede activar una investigación a partir de:
Para ello es recomendable considerar las siguientes cuestiones:
Blasco, Anna ; Durban, Glòria. La competència informacional: del currículum a l’aula. Barcelona: Publicacions de Rosa Sensat. Dossiers, 72.
- Lectura de un documento (libro, revista, artículo de prensa…)
- Visionado de una película, documental, programa de TV…
- Escucha de un programa de radio, de un poscad…
Para ello es recomendable considerar las siguientes cuestiones:
- La necesidad de información surge de un contexto o situación real y específica que puede despertar la curiosidad del alumnado e invita al análisis y la reflexión.
- Hay una pregunta potente (de forma implícita o explícita) que hay que responder.
- Su resolución requiere únicamente de información abastable, disponible en fuentes de información con libros, revistas, enciclopedias, páginas web, etc. No podemos proponer a los alumnos que busquen información si antes no hemos comprobado su existencia.
- El planteamiento facilita que el alumnos sea capaz de expresar porqué es importante, útil o interesante resolver la necesidad informativa.
- La pregunta inicial se pude descomponer fácilmente en otras preguntas secundarias más concretas y puntuales.