domingo, 13 de diciembre de 2015

Función de apoyo curricular de la biblioteca escolar como centro de recursos

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Las tareas que lleva a cabo la biblioteca escolar como centro de recursos en su función de apoyo curricular pueden agruparse en tres ámbitos de trabajo: la gestión de contenidos  para las tareas escolares, la selección de materiales impresos para la colección de la biblioteca, y el archivo y depósito de los recursos digitales de la comunidad.

1. Gestión de contenidos (impresos y digitales) para las tareas escolares

La función de la biblioteca escolar como centro de recursos pasa por garantizar la gestión (registro y depósito) de los recursos documentales disponibles en el centro educativo, pero también en realizar su distribución y comunicación en las aulas para las tareas escolares. Por tanto la biblioteca ha de facilitar unos servicios de ámbito general pero sustancialmente debería focalizar su acción en servicios específicos orientados al apoyo curricular.

Los servicios de información son acciones de distribución y/o comunicación de recursos que realiza la biblioteca para proveer las aulas, o bien apoyar actividades específicas con selecciones digitales o difusión de propuestas de lectura. Es necesario establecer acuerdos con los agentes interesados ​​(equipos docentes, alumnado...) sobre las necesidades planteadas así como trabajar juntos para la selección de los materiales y obras más pertinentes.

Los servicios de información de la biblioteca deberían estar vinculados a proyectos. La biblioteca ha de distribuir recursos a las aulas, pero tambien puede desde el entorno virtual, proporcionar servicios específicos como selecciones digitales temáticas o productos de difusión con propuestas concretas de lectura. Estos servicios de provisión de recursos son acciones de apoyo curricular vinculados a la programación docente que nacen como requerimiento de un departamento didáctico o de un proyecto general de centro.

La difusión y comunicación de recursos con la elaboración de guías de lectura, selecciones bibliográficas o boletines de novedades, es una tarea prescriptora que la biblioteca escolar realiza como función de apoyo curricular. La elaboración de propuestas de lectura desde la biblioteca con coordinación con el equipo docente representa una acción de mediación educativa que se orienta a apoyar el Plan de Lectura de Centro (PLEC).

2. Selección de materiales impresos para la colección de la biblioteca

Los estándares internacionales y las recomendaciones bibliotecarias para la gestión de la colección son orientaciones que se han de contextualizar en cada centro educativo. Hay que considerar como criterios generales para la selección de materiales el tipo de enseñanzas, los programas que se desarrollan, la tipología del alumnado y de sus familias, los métodos de trabajo o líneas pedagógicas, así como las necesidades formativas del profesorado o las actividades extraescolares que ofrece el centro.

La colección de una biblioteca escolar se debería organizar y gestionar no como un corpus unitario e indisoluble sino como un corpus flexible y misceláneo. Un corpus que se va construyendo en torno a la realidad escolar del propio centro. Una parte importante será permanente, pero otra será variable en función de los programas, los diferentes trabajos de investigación o los proyectos interdisciplinarios que se planteen cada año.

3. Archivo y depósito de los recursos digitales de la comunidad

La gestión de contenidos digitales ha de articularse corporativamente. El centro educativo debería asegurar que la gestión de los recursos digitales se realizase con criterios comunes, y que las diferentes iniciativas en este tema se pudieran asociar o relacionar. La biblioteca puede ofrecer selecciones de recursos digitales pero es difícil que pueda de forma solitaria crear una colección digital para toda la comunidad. Para este objetivo parece más viable la gestión compartida de un depósito abierto o bien crear la posibilidad que la biblioteca dé visibilidad desde su propio portal a los entornos digitales del profesorado y/o de los departamentos 

Las producciones digitales que se generan en el centro se pueden recopilar en depósitos digitales corporativos que faciliten su consulta y recuperación. Desarrollar depósitos de recursos digitales en el centro educativo tiene sentido si es una tarea colaborativa pensada para recoger el conocimiento que va generando la comunidad docente. En este tipo de depósito la biblioteca puede actuar como referente, y si se cree oportuno puede incluso liderar su gestión. La biblioteca puede convertirse así en el archivo de la vida cultural del centro ya que está en disposición de garantizar su conservación.